Davita Italian no se trata de un restaurante tradicional, y para darnos cuenta de esto basta con ver la decoración. Es adecuado tanto para ir en pareja o con algún amigo o se pueden reservar mesas grandes para comidas o cenas de grupo.
El servicio no es el del clásico camarero que se acerca a la mesa y te entrega la carta esperando que decidas, sino que solo entrar te dan una tarjeta en la que anotar lo que se quiere después de pasar por las paradas del restaurante. Una vez hecho el pedido, el mismo cliente se lo lleva a su mesa y el importe se carga en la tarjeta, para pagar en la salida.
La comida se distribuye en cinco barras en las que podemos encontrar varios tipos de comida, lógicamente, siendo un restaurante italiano no faltan la pasta, la pizza y buen vino, además de cervezas nacionales e internacionales y algunos postres.
La gran ventaja es que puedes ver los platos y hacerte a la idea de lo que pides, por lo cual nos podemos evitar posibles decepciones ya que hemos visto el plato antes de tenerlo en la mesa. El inconveniente es el tener que levantarse para servirse, lo cuál no gusta a gente si acude a un restaurante.
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